Caballos, bailarinas, comefuegos, y música (al principio con largas trompetas anunciadoras del evento y al final con la Colla de dolçainers i tabaleters Larraix), constituyeron ayer parte del boato al que la concejalía de Fiestas y Tradiciones que dirige Cristian Palomares dotó al desfile del cartero de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente (Melchor, Gaspar y Baltasar), que discurrió ayer desde La Penyeta hasta la Plaza de la Iglesia, donde se dispuso un escenario al que los pequeños, muy ilusionados, accedían en perfecto orden para entregar sus cartas y recibir un pequeño obsequio como aperitivo de lo que les puede llegar el 6 de enero.

                Durante todo el recorrido, pequeños y mayores aplaudieron a la comitiva real, y los nervios aparecieron casi de inmediato cuando los pajes recogían las misivas para introducirlas en un gran baúl que harán llegar a los Reyes.

                Miles de fotografías, miles de miradas, mucha complicidad con los actuantes, millones de risas y toneladas de ilusión resumen el acto. El cartero real fue recibido al llegar a la plaza por el alcalde Juanjo Berenguer y el concejal Cristian Palomares.